La peor sequía en medio siglo castiga al Levante.

La escasez de lluvias, un 65% menos de las normales, ha acabado ya con más de 1,5 millones de árboles y pone en riesgo cosechas y miles de empleos.


La sequía de los últimos meses ha sido generalizada en la Península Ibérica y está causando ya estragos especialmente en el sureste del país, en la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, zonas tradicionalmente más azotadas por la escasez de precipitaciones, que ahora resulta acuciante y que algunos califican de la peor en los últimos 50 años. El Levante español ha recibido un 65% menos de lluvias que un año normal -se han recogido menos de 100 litros por metro cuadrado en la Comunidad Valenciana en todo el año-, sus embalses se encuentran 20 puntos por debajo de la media y ya pierden 100 hectómetros respecto al mismo mes del año pasado,
En el caso de Alicante, Valencia y Castellón, en el arranque del año ya se ha dejado sentir con 9.800 parados más en la agricultura durante el primer trimestre. Para Almería tampoco ha sido un buen ejercicio, puesto que se encadenan varios meses de incremento del desempleo, en buena medida como consecuencia de esta falta de lluvias. Aunque resulta difícil de evaluar cuántos puestos de trabajo dependen directamente de unos riegos suficientes, solo entre ambas comunidades y Murcia pueden estar en peligro más de 50.000 empleos.
El drama para los agricultores no se reduce a perder las cosechas o ver mermados sus volúmenes de producción, algo a lo que ya parecen resignados, sino que ahora la sequía adquiere tintes casi catastróficos porque se están secando miles de árboles. Tanto Asaja como La Unió de Llauradors coinciden en su alerta porque mueren almendros, olivos, algarrobos, vides y peligran así cultivos de secano «de gran calidad». Aún es pronto para evaluar si esto tendrá repercusiones en alimentos tan presentes en las mesas españolas como el turrón de Jijona o las uvas de Nochevieja.

Medidas de choque:

Como medidas de choque, la Generalitat Valenciana ya ha atendido las peticiones de los agricultores para aplicar un decreto de sequía y ofrecer exenciones fiscales y de cotizaciones a la Seguridad Social, y queda pendiente de respuesta si se abrirá una línea extraordinaria de créditos ICO, tal como plantea Asaja.
Desde La Unió de Llauradors, sugieren también imitar a sus colegas del campo de Cartagena y aprovechar la tecnología ya implantada para la denominada «desalobración a la carta», que consiste en atenuar el grado de salinidad del agua de pozos subterráneos -ahora desechada- en mayor o menor medida según el cultivo que se va a regar con estos caudales.
Tal vez convendría mirar a otros que han adoptado medidas severas, como en California, donde la cantidad de recursos hídricos destinados al riego se define en función de los aportes previstos por la meteorología en cada zona. De lo contrario, podría reaparecer el fantasma de las restricciones, si bien la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que abastece a buena parte de la provincia de Alicante -una de las más afectadas por la sequía-anunció hace un lustro que podía garantizar el suministro a la población para una década. Bien es cierto que entonces no se preveía el actual ciclo seco.

Un millón de árboles:

Los agricultores de la Región de Murcia, y en especial de la Comarca del Río Mula, albergan pocas esperanzas de que una lluvia providencial ponga remedio a la pertinaz sequía que ya se ha llevado por delante más de un millón y medio de árboles frutales, y amenaza con alcanzar a otros dos millones en las próximas semanas.
Santiago Martínez, presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias, calcula que son necesarias cantidades de hasta 40 litros por metro cuadrado antes de quince días para que los cultivos de secano en peligro no se pierdan por completo. Los agricultores murcianos además recuerdan que las más de 65.000 hectáreas de cultivo de secano de su comunidad suponen un freno natural a la desertificación del Levante, «los árboles que se pierdan pueden producir una erosión del terreno que sea irreversible en apenas seiete años», explica Martínez. Por ello tiene previsto pedir ayudas que palien las pérdidas económicas ocasionadas y que les permiten replantar el cultivo afectado por la sequía. Este tipo de cultivos tarda al menos cinco años en comenzar a dar fruto.
La Consejería de Agricultura de Murcia ya ha autorizado como medida excepcional el aprovechamiento de las parcelas afectadas por el secano para el pastoreo del ganado. El estudio elaborado el pasado mes de abril reconocía 20.000 hectáreas perdidas por la falta de agua que pueden aumentar en las próximas semanas.
El informe reflejaba además que desde el pasado mes de septiembre, las precipitaciones en las zonas afectadas han pasado de 200 milímetros anuales a apenas 70. Los agricultores tienen previsto pedir a la nueva ministra de agricultura, Isabel García Tejerinamedidas excepcionales en unos cultivos que -salvo los que riegan con el trasvase Tajo-Segura- carecen de infraestructuras hídricas alternativas a la lluvia.

FUENTE: ABC

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